La salida de Carmelo Anthony y Billups parecía una invitación para que George Karl, de 59 años, abandonara los banquillos a final de temporada en busca de un trabajo más tranquilo como comentarista televisivo. Sin embargo, un mes después, suena para técnico del año. Sus Nuggets juegan mejor que antes y los espectadores llenan de nuevo su pabellón.
Denver lleva 9 victorias y 3 derrotas desde que sus dos mejores jugadores se fueron rumbo a Nueva York a cambio de Gallinari, Chandler, Felton y Mozgov. Con estas nuevas piezas, Karl juega el baloncesto que le gusta: más rápido, con intensidad en defensa y muchas rotaciones. La sonrisa ha regresado al rostro de este superviviente de cáncer de próstata, garganta y cuello. Karl ganó con este estilo muchos partidos en los 90 en Seattle y llegó a la final del 1996, que perdió con Chicago.
"No me gustaba nuestro baloncesto antes del traspaso y ahora disfruto más", declara Karl sobre la mejoría de su equipo, que con una marca de 41-28 marcha quinto del Oeste.
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